Desde mediados del 2021 varios países del mundo y de la región comenzaron con la aplicación de una dosis de refuerzo a sus ciudadanos. Con esto buscaban evitar que se vuelva a saturar los sistemas hospitalarios así como también evitar las complicaciones del COVID-19 en sus ciudadanos.
Los primeros sectores en aplicar este refuerzo fueron el personal de salud y adultos mayores, al ser parte de la población vulnerable. Países como Israel, Turquía, Francia, Canadá, Alemania, Estados Unidos, entre otros. En América, República Dominicana, Chile y Uruguay fueron los primeros en tomar esa decisión.
Esto derivó que se ajusten los lineamientos en varios países, de igual manera que se replanteen la definición de esquema completo de vacunación que se había dispuesto en dos dosis.
Desde febrero pasado, la Unión Europea cambió la normativa referente al pasaporte COVID que había implementado desde julio del 2021. Este es un certificado digital que le permite viajar por los países de la región que certifica que una persona está vacunada, recuperada o tiene una prueba negativa en las últimas 48 o 72 horas.
Entre las nuevas disposiciones que entraron en vigencia está el referente al tiempo de la última vacunación. Tras nueve meses de la última vacunación caduca el pasaporte, es por esto que para no estar regido por restricciones de circulación es necesario aplicarse una dosis de refuerzo.
En diciembre pasado, Chile había dispuesto que desde el 1 de enero de este año las personas que querían conservar su pase sanitario deberán tener una dosis de refuerzo.
A nivel interno varios países requieren que los ciudadanos cuenten con la tercera dosis para el ingreso a espacios cerrados como centros comerciales, entre otros. (I)
Fuente: www.eluniverso.com