Unos celebraron y otros reaccionaron con preocupación ante el anuncio del gobernador de Texas de la pronta revocación de varias reglas orientadas a prevenir contagios del coronavirus.
Greg Abbott viajó el martes hasta Lubbock para reunirse con empresarios y líderes comunitariso para anunciar que levantará la orden de uso obligatorio de la mascarilla, convirtiendo a Texas en el estado más grande en poner fin a la orden orientada a frenar la propagación del coronavirus que ha causado la muerte de más de 43,000 tejanos a la fecha.
“Todos los negocios de cualquier tipo pueden abrir al 100%. Además, voy a poner fin a la orden estatal de mascarillas”, dijo Abbott.
Así, el estado retiró los límites al número de comensales y clientes que pueden ingresar a los negocios. Abbott hizo el anuncio en un restaurante de Lubbock. Las nuevas reglas entrarán en vigor el 10 de marzo y generaron preocupación y alarma por parte de alcaldes y líderes de comunidades a lo largo de la frontera con México, donde el virus ha tenido un impacto desenfrenado.
"Remover las órdenes estatales no pone fin a la responsabilidad personal", dijo Abbott, quien pronunció su discurso en un hacinado comedor rodeado de personas sin mascarilla.
Sin embargo, el funcionario aclaró que los propietarios pueden individualmente establecer las pautas que estimen convenientes. La decisión representa un rechazo a la solicitud de autoridades como el Alcalde de Austin Steve Adler y el Juez del Condado Travis Andy Brown, quienes pedían seguir empleando los barbijos para prevenir contagios. Según Abbot, el cambio responde a que la situación del COVID-19 no es la misma que hace un año.
Aunque las autoridades locales no tendrán la autoridad para imponer restricciones ni sancionar por el no uso de las mascarillas, pueden instituir estrategias de mitigacion si las hospitalizaciones exceden el 15 por ciento de la capacidad de atencion medica.
No obstante, la decision se da en momentos que Texas ocupa el lugar número 48 del pais por la baja tasa de vacunación con un total de cerca de seis millones de dosis.
Abbott dijo sentirse confiado que el número de vacunados aumentará rapido y que los tejanos ya saben como protegerse del COVID.
“En marzo pasado, la mayoría de los texanos no tenían idea de las precauciones para evitar el COVID. Ahora, han dominado los hábitos diarios para evitarlo, pero lo más importante, ahora en Texas, en todo el país es que tenemos vacunas”, agregó el mandatario.
El gobernador proyectó que todas las personas de más 65 años habrán tenido la oportunidad a fines de mes. El Concejal Gregorio Casar criticó la decisión, acusando al gobernador de poner a la población en peligro para anotar puntos políticos y se sumó al pedido de Adler.
El médico Guadalupe Zamora dijo que es necesario continuar con el uso de las mascarillas para proteger a la población: “En casa es probable que no tengamos que usarlas, pero yo estoy de acuerdo con Faucci, estas máscaras vamos a tener que usarlas hasta 2022 para protegernos”.
La revocación de las restricciones entrará en vigor el 10 de marzo. Abbot aseguró que en los próximos meses, todos los texanos que quieran podrán recibir la vacuna.
Funcionarios federales de salud advirtieron urgentemente esta semana que la población no debe bajar la guardia, advirtiendo que la pandemia está lejos de terminar.
Aun así, los gobernadores de diferentes estados del país están moderando las restricciones. Como el resto de la nación, Texas ha visto un descenso del número de casos y fallecimientos. Las hospitalizaciones descendieron al nivel más bajo desde octubre y el promedio variable de siete días de pruebas positivas bajó a cerca de 7,600 casos, más del 25 por ciento desde mediados de febrero.
Texas eliminará las restricciones al faltar poco tiempo para el receso de primavera o Spring Break, el cual según expertos podría causar un repunte de los contagios debido al alto número de viajeros.
Fuente: www.telemundoaustin