Cuando el Gobernador Greg Abbott anunció que los negocios de Texas abrirían a un 100% de capacidad, dejó en claro que los propietarios podían adoptar sus propias medidas para prevenir contagios del coronavirus.
Al faltar solo horas para que quede sin efecto la orden estatal sobre el uso de mascarillas, los funcionarios de Austin y el condado Travis decidieron que todos los edificios públicos, negocios y empresas de la región mantendrán la restricción.
“Nosotros como ciudad tenemos autoridad independiente y autoridad legal de seguir nuestras reglas de las mascarillas. Esto es para proteger a todas las personas en nuestra comunidad en particular a la comunidad hispana que ha sufrido tanto del virus”, dijo Gregorio Casar, concejal del Distrito 4.
Quienes no sigan la disposición podrían ser declarados molestia pública y enfrentar sanciones: “Pueden ser multas, yo sé que dentro de la ciudad habrá multas de $2,000 dólares y si hay negocios que no siguen con las reglas vamos a seguir con una demanda”, dijo el Juez del Condado Travis Andy Brown.
Según Brown, la nueva orden podría mantenerse en vigencia hasta que el 80% de la población haya recibido la vacuna contra el COVID-19. Las personas que se reúsen a seguir la norma también podrían ser castigadas por entrar sin derecho.
“Si la persona no lo lleva (la mascarilla) o tiene problemas con ese negocio, ese negocio puede llamar a la policía y la persona puede ser arrestada, porque sería trespassing”, agregó el juez.
La medida responde a la inquietud de las autoridades de salud, quienes temen que el mensaje del gobernador se malentienda.
“Mi preocupación es que la gente escuchará ‘no tienes que usar una mascarilla y todo está abierto al 100%’, ese es el mensaje equivocado, el mensaje es que debemos continuar con esas acciones de protección”, dijo el Dr. Mark Escott, directivo del departamento de seguridad pública.
Las autoridades también instan a la población a llamar al 311 para quejarse de aquellos negocios que no sigan la normativa.
Fuente: www.telemundoaustin